MARCEL DUCHAMP, PIONERO DE DADÁ

Uno de los precursores y líder del movimiento dadaísta fue el francés Marcel Duchamp (1887-1968). Duchamp llegó a los postulados dadaístas por su propia cuenta y fue luego, cuando Picabia llegó a Nueva York, hacia 1917, que encontró en Duchamp unas ideas muy cercanas a las del movimiento en Europa.
Marcel Duchamp era miembro de una familia vinculada al arte: su padre cultivó el grabado, y él y tres hermanos más (Gaston, más conocido como Jacques Villon; Raymond, que firmaba como Duchamp-Villon; y Suzanne) se dedicaron a la pintura. En 1904 e instaló en París, con la ayuda de sus dos hermanos mayores, que le proporcionaron los primeros contactos. Hace retratos y dibuja para revistas de cómics. En estos primeros años parisinos experimenta con los diversos estilos en boga: postimpresionismo, fauvismo, cubismo, etc., pero le cuesta mantenerse firme en alguno de ellos, y ni siquiera tiene una producción suficiente para adjudicarle uno. En realidad, esta actitud suya hacia la producción artística será constante en su carrera pictórica, llena de altibajos productivos y llena también de coqueteos con otras formas de expresión, como la fotografía, el cine y la escritura.
Desnudo nº 1
En 1911 conoció a Guillaume Apollinaire y Francis Picabia, el divulgador del dadaísmo por las diferentes ciudades que visitó a partir de 1916. Picabia fue pintor impresionista hasta 1909, pero buscaba nuevas vías expresivas, alternativas al cubismo. Duchamp y Picabia coincidían en que el cubismo estaba agotado, era demasiado sistemático, estático y aburrido. Duchamp estaba entonces en pleno desarrollo de sus famosos desnudos, en nº1 y el nº 2, que encajaban en lo que se llamó estilo no objetivo





Desnudo nº 2
Se trata de figuras con efecto de movimiento, aunque las siluetas no son reconocibles, ni siquiera como desnudos. Se trata de dos trabajos únicos hasta entonces. Duchamp presentó el Desnudo nº 2 al Salon des Indépendants, en 1912, pero fue rechazado a pesar de ser aceptadas propuestas ortodoxamente cubistas.


El gran cristal


A partir de este episodio Duchamp se traslada a América. En 1913, su Desnudo nº 2 fue expuesto en el Armory Show de Nueva York, generando un gran escándalo. También en este año comienza su gran obra El gran cristal, que durante años retoca para dejarla inacabada. Inicia también un nuevo modo de expresión, el llamado ready-made art o “arte ya hecho”. Por ejemplo, su Rueda de bicicleta es una simple rueda de bicicleta. En esta obra hay intenciones creativas pero también críticas, antecedente de lo que poco después manifestará el dadaísmo.

En 1914 estalla la I Guerra Mundial y Duchamp es declarado exento. Se traslada de nuevo a Nueva York, en 1915, y allí es muy bien recibido por la prensa. Es adoptado por Walter Arensberg, mecenas y coleccionista de arte que le cede un espacio en su propia casa donde Duchamp instala su taller, para retomar la ejecución de El gran cristal. Además, recibe numerosos encargos de galeristas cercanos a Arensberg, pero los rechaza, prefiere mantenerse a base de dar clases de francés y repartir sus obras entre sus amigos. Incuso en esto es un artista poco convencional. En estas condiciones trabaja hasta 1923. En realidad, apenas produce algunos artefactos ready-made, como su obra Fuente, a partir de un urinario. 
En 1917 la presentó a la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes, que él mismo había cofundado, pero fue rechazada (la presentó bajo el pseudónimo de R. Mutt). Un paso más hacia el dadaísmo, precisamente coincidiendo con la presencia de Picabia en Nueva York, para difundir las ideas estéticas, o antiestéticas, del movimiento nacido en Zurich en una galería-bar, el Cabaret Voltaire, un año antes.

Picabia había comenzado su labor divulgativa a través de la revista 291, publicada desde marzo de 1915 y llamada así por la galería de arte y fotografía que regentó Alfred Stieglitz, en el número 291 de la Quinta Avenida de Nueva York, sede del conocido Photo-Secession Group, por entonces ya en disolución. Los vínculos de esta galería con el dadaísmo iban a ser muy estrechos, por la apertura de Stieglitz hacia las ideas que Picabia llevaba consigo. A partir de aquí, Duchamp colaborará con otros artistas seducidos por el dadaísmo, ayudando a Arensberg y H. R. Roche en la edición de dos revisas, The Blind Man y Rongwrong, ambas de efímera existencia. Más tarde, en 1921, colaborará con el pintor Man Ray en la publicación del único número del New York Dada. Todas estas revistas serán ecos de la original 291; inclusó habrá una más, la conocida como 391, editada por Picabia en Nueva York y alguno de sus números también en Barcelona, en febrero de 1917. Se puede decir que Dadá nació aquí, en manos de Duchamp, Picabia y Man Ray, aunque aún carecía de nombre este original e iconoclasta movimiento artístico.

La galería "291"
Portada del número 2 de 391, editada en Barcelona por Picabia, febrero de 1917 (justo hace 100 años)


En 1918 Duchamp vende su inacabado El gran cristal a Arensberg, y con la ganancia se instala en Buenos Aires durante unos meses. Regresa a París en 1919 y allí vuelve a verse con Picabia, que le pone en contacto directo con los dadaístas europeos. Duchamp sigue inspirado por el ready-made art: realiza una fotomontaje de la Mona Lisa de Leonardo, a la que le añade bigote y barba, signo de irreverencia y burla hacia el arte clásico, considerado parte de la infamia de una civilización que ha acabado produciendo los horrores de la guerra recién terminada. Tal es la esencia de Dadá.
A partir de 1923, Duchamp se interesa por el cine y la imagen en movimiento. En 1926 filma un corto, Anemic Cinema. Pero también dedica el tiempo a jugar al ajedrez, participa en algunos torneos internacionales e incluso escribe un tratado sobre el tema, en 1932. Esto forma parte también de su actitud hacia el arte como forma social, en la que no encaja. De hecho, evita todo contacto con los círculos artísticos, salvo con los surrealistas, donde se ubican sus antiguos amigos dadaístas. Por ejemplo, ayudará a Breton a organizar exhibiciones surrealistas entre 1938 y 1959.
Pero en 1939 estalla de nueva la guerra. Con la invasión nazi de Francia, Duchamp se ve obligado a escapar, llevando sus obras hasta Nueva York, donde hay más surrealistas franceses exiliados (Breton, Max Ernst, Yves Tanguy). En 1942 organizan una exposición surrealista en Nueva York. Es una época de cierta fama para Duchamp. En 1945, la revista View le dedica un número especial. No obstante, el artista vive medio retirado de los círculos artistas, hasta que en los años 60 es recuperado por los nuevos artistas, que le consideran un pionero del Pop Art. Se organizan numerosas retrospectivas de su obra, en América y Europa. Incluso se hacen réplicas de sus obras ready-made, en ediciones limitadas y con su permiso.


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