ALFRED TARSKI Y LA PARADOJA DEL MENTIROSO
Alfred Tarski (1902-1983), polaco de nacimiento, luego nacionalizado
americano (1945). Estudió en la Universidad de Varsovia (doctorado en 1923), donde
luego dio clases hasta 1939. Exiliado a Estados Unidos, en 1942 se
incorporó a la Universidad de California (Berkeley) como profesor de
matemáticas, y después asumió funciones de investigación. En 1968
fue nombrado profesor emérito.
Obra: El concepto de verdad en los lenguajes formalizados
(1935).
La verdad y la mentira
Cualquier intento de dar una definición general de verdad,
válida para todos los lenguajes naturales, adolece de la paradoja
del mentiroso, es decir, de la posibilidad de construir sentencias
que digan de sí mismas que no son verdaderas, es decir:
- Que no son verdaderas si lo son.
- Que son verdaderas si son falsas.
La paradoja del mentiroso es conocida desde la Antigüedad. Hay una
primera versión de Eubúlides de Mileto, que data del siglo IV a.
C., y que reza así, más o menos: "Epiménides, cretense, dice que todos los cretenses son mentirosos" (por eso es conocida también como la paradoja de Epiménides).
- Un hombre afirma ser un mentiroso. Lo que dice, ¿es verdadero o falso? Su propia afirmación, ¿es verdadera o falsa?
- Si miente, dice la verdad.
- Si dice la verdad, miente.
- Su afirmación siempre es falsa.
Para evitar la paradoja del mentiroso, según Tarski, hace falta distinguir entre:
- Lenguaje, natural o formal.
- Metalenguaje, es decir, el ámbito en que se realizan afirmaciones sobre el lenguaje natural o formal.
Cualquier definición de verdad ha de hacerse desde el
metalenguaje, es decir, en referencia a un lenguaje pero desde fuera
de él, porque la paradoja reside en que es autoreferrencial.
La verdad sería, pues, una definición formalmente correcta y
materialmente adecuada de una sentencia verdadera, construida desde
el metalenguaje.
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