LA SEPARACIÓN CIELO-TIERRA EN HESÍODO
El mito
de la separación entre el cielo y la tierra, como mecanismo cosmogónico,
aparece en numerosas narraciones anteriores a la hesiódica y pertenecientes a
otras culturas, incluso sin conexión alguna con la indoeuropea (Kirk &
Raven, págs. 56-57):
Ø Maorí:
Pangi (cielo) se separa de Papa (tierra) por obra de su hijo oprimido.
Ø Egipcia,
en el Libro de los Muertos.
Ø Hurro-hitita:
Canto de Ullikumi.
Ø Babilonia:
mito de la creación, donde Marduk corta el cuerpo de la diosa primigenia
Tiamat, y una mitad es el cielo o firmamento, y la otra es Apsu (abismo) y
Esharra, la gran morada o tierra. No hay duda de que Apsu se asemeja a Xáos.
Ø Biblia:
en Génesis I (6-8), se dividen las aguas primigenias mediante un
firmamento; las que quedan por encima corresponden al cielo, y las que quedan
por debajo corresponden a la tierra. Kirk & Raven añaden que aquí hay
algunos paralelismos con la cosmogonía hesiódica.
Todo
esto indica que el tema de la separación Cielo-Tierra ya había sido planteado
en cosmogonías anteriores a la hesiódica, y que pudieron servir de inspiración
para los griegos, fundamentalmente las narraciones más cercanas, la egipcia y
la hurro-hitita (Kirk & Raven, pág. 57).
Cornford
interpreta el verso hesiódico “Antes que nada nació el Caos” (Teog. 116)
como que surgió el resquicio entre la tierra y el cielo, es decir, la
aparición de una separación cósmica que sería el primer estadio cosmogónico
(Kirk & Raven, pág. 49).
Esta
idea tiene el inconveniente de que la noche, Urano, aún no ha surgido cuando se
da esa primera diferenciación, pues pertenece al segundo estadio. El resto de
las condiciones encaja en la interpretación sugerida por Cornford. Además, hay
una separación Cielo-Tierra más específica en el posterior mito de la
mutilación de Cronos (Kirk & Raven, pág. 49, en referencia a Teog.
154).
En
apoyo de Cornford, Kirk & Raven añaden que quizás el Caos no es una
condición previa a un mundo diferenciado en primera instancia, sino una
modificación de lo ya dado, es decir, que ya estarían presentes el Cielo y la
Tierra cuando se introduce el verso hesiódico referido, en tanto que ninguna
cosmogonía griega admitiría la nada como origen. Es posible que la idea de un
cosmos formado por Cielo y Tierra unidos fuera una concepción general, y que el
relato comenzara directamente con su separación como primera diferenciación, a
partir de la aparición de aquel resquicio entre ambos (Xáos), es decir,
que en el principio de todo, Cielo y Tierra se separaron (Kirk &
Raven, pág. 50).
Desarrollos
posteriores. La idea de Caos es importante a efectos de desarrollos filosóficos
posteriores: su oscuridad le confiere unos límites no determinados, aunque no
sea absolutamente ilimitado, pero es posible que de él derivase la idea de apeiron
de Anaximandro (Kirk & Raven, págs. 52-53, y nota 1). Kirk & Raven
citan también varias fuentes literarias posteriores a Hesíodo: Eurípides,
Diodoro, Apolonio de Rodas. Estos son autores de fragmentos que remiten a este
mito de la separación Cielo-Tierra, y a la vez tienen conexión con
formulaciones naturalistas. Por ejemplo, las ideas de Diodoro parecen
inspirarse en Demócrito. Son textos de carácter ecléctico, pero sin duda
reflejan la influencia de las ideas cosmogónicas tradicionales y populares, que
en su momento sería transmitidas oralmente (Kirk & Raven, págs. 54-56).
Hay una
versión mucho más violenta de la separación del Cielo y la Tierra, a través del
mito de la mutilación de Cronos. Urano es un ser ávido de amor que fecunda
incesantemente a Gea, le engendra los seis titanes, las seis titánidas, los
cíclopes y diversas formas monstruosas. La unión de Gea y Urano produce
monstruos a los que su padre odia, de manera que a medida que nacen los oculta
en los escondrijos de Gea. Gea no lo soporta, se rebele y conspira contra
Urano, y trama una emboscada con Cronos, el último de los Titanes y único que
se atreve a ayudarle. Crono espera a Urano escondido y armado con una hoz u
hocino. Cuando él llega, con la noche, dispuesto a cubrir nuevamente a Gea,
aparece Cronos y le corta los testículos, que lanza hacia atrás para que se
pierdan, van a parar al mar y del semen y la espuma nace Afrodita. De la sangre
caída en la tierra nacen las Erinyas (las Furias que operan en el Hades,
torturando a los culpables), los gigantes y las ninfas del bosque (Teog.
154 ss y frag. 32 de Kirk & Raven; Eliade, Historia de las creencias...,
vol. 1, cap X).
A
partir del relato, Kirk & Raven consideran varios elementos de discusión
(Kirk & Raven, págs. 58-59):
Ø Urano
cubre a Gea sólo por la noche, de manera que Gea podría eludir su control
durante el día.
Ø Se
desprende, en cambio, que Urano cubre a Gea constantemente, en el sentido que
son de una sola forma no separada, de manera que el mito de la castración de
Urano vendría a explicar tal separación como hecho cosmogónico.
Según
Eliade, la castración de Urano por su hijo con la itención de sucederle es un
mito muy difundidos en diversas culturas antiguas. Los paralelismos hallados
con otras fuentes (Génesis, la “tableta de Kumarbi”, que es hurrita y
datada en 1500 a. C., relatos cananeos), muestran que parte del contenido de la
Teogonía no tiene origen griego y es muy anterior a la época de Hesíodo,
que debía conocerlo. En la versión hurrita o hitita, Kumarbi es el equivalente
a Cronos, que muerde y engulle los testícuos de Anu (dios-cielo), y luego los
escupe pero no puede evitar quedar encinto del dios de la tormenta, es decir,
el equivalente a Zeus (Kirk & Raven, págs. 59-60; Eliade, Historia de
las creencias..., vol. 1, cap X).
La
sucesión de Urano por su hijo, que se instaló en el cielo y tomó a Rea, su
hermana, por esposa, también conlleva cierta violencia. Tuvo cinco primeros
hijos: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón. A medida que nacían los
devoraba, pero uno de ellos se enfrentará a él. El sexto, Zeus, es ocultado por
Gea en una gruta inaccesible. Envuelve una piedra en pañales y la da a Cronos,
que la engulle, creyendo que es su hijo. Cuando Zeus crece se enfrenta a su
padre, le obliga a vomitar a sus hermanos y se enfrenta en una guerra contra
los Titanes, hermanos de Cronos, que acaba con la muerte de estos y el
confinamiento de Cronos en el Tártaro (Historia de las creencias...,
vol. 1, cap X; Teog. 463 ss y 617-720).
Hay
variaciones respecto de las narraciones hititas en cuanto a la forma de
engendrar a Zeus, que es hijo de Rea, esposa y hermana de Cronos; también
Cronos engulle una piedra, por error. De hecho, una parte de la tablilla de
Kumarbi está rota, y se especula sobre la posibilidad de que Kumarbi engulla
también una piedra. En cualquier caso, la gran diferencia entre ambas
narraciones es que la emasculación (sección violenta de los genitales) de Anu
por obra de Kumarbi no tiene aquí relación directa con la diosa tierra, sino
que se trata de un conflicto entre dos dioses del cielo, Alalu y Anu, de manera
que no remite a una separación cosmogónica entre Tierra-Cielo. En conclusión,
la narración hesiódica no derivaría de esta hitita, sino que ambas deben
provenir de alguna mucho más antigua (Kirk & Raven, págs. 59-60; Eliade, Historia
de las creencias..., vol. 1, cap X).
cual es el mito de la separación del cielo y la tierra
ResponderEliminarEstá descrito en los primeros fragmentos del libro de Hesíodo titulado "Teogonía".
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