RESEÑA DE UN LIBRO DE XIMO BROTONS (2004)


Reseña mía del libro de Ximo Brotons, Ensayo sobre el sentido común (El Cep i la Nansa, Vilanova i la Geltrú, 2003), publicada en Lateral, febrero de 2004.









 



Un veterano colaborador de Lateral acaba de publicar su primer libro. Esto no debería sorprendernos si Ximo Brotons (Vilanova i la Geltrú, 1974) hubiese escrito una novela, pero el caso es que su opera prima es un ensayo filosófico y alguien se ha atrevido a publicarlo. Se trata del enésimo ejemplo que ilustra la situación de los pensadores noveles y de los que apenas han podido hacerse un hueco en el espacio mediático.





El libro de Brotons ha salido a la calle bajo el sello de un editor local (a quien media ciudad conoce), se le ha dado bastante promoción (prensa, televisión, presentación en acto público con asistencia del señor alcalde) pero sin salir del ámbito local. Quizás las revistas en las que Brotons colabora den cuenta del evento, esa será la única salida al exterior del texto y primer esbozo del pensamiento político de Brotons.

Esta es la triste realidad de la creación filosófica en el saturado escenario de las letras. Ante la competencia de obras más mediáticas y más cercanas a la autoayuda que a la filosofía, el librepensador, profesional o no, puede encontrarse desarmado. Hay una densa cortina de humo formada por Más Platón y menos prozac, El mundo de Sofía y La consolación de la filosofía. Estos gigantes de las ventas han puesto el listón demasiado alto para quienes esperan hacerse un hueco en las librerías.

En este libro, que es una adaptación de su tesis de licenciatura, Brotons recupera al Spinoza más radical, más idealista y democrático, y lo contrapone al presente, que en un tiempo mediocre y miserable en cuanto a ideales. La filosofía vive desde mediados del siglo XX postrada ante las exigencias de la técnica (de ahí el éxito de las éticas aplicadas a...), y los intelectuales sometidos a los políticos y sus prebendas, convertidos en simples notarios del reino de la diversidad con la función de extender certificados de validez y facticidad a cuantos se presenten en nombre de la cultura, la pluralidad y la diferencia. Ya que ha renunciado a transformar el mundo, al menos la filosofía debe atreverse a ser disconforme y a denunciar los simulacros. En esta tarea se embarca Ximo Brotons, de la mano de Castoriadis, Fernando Savater y de algunos clásicos heterodoxos del pensamiento occidental.



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