Un libro de José Luis de Vilallonga (1998)

Reseña mía del libro de Vilallonga, Cartas desde París a mis paisanos los íberos (Barcelona, Plaza & Janés, 1998). Fue publicada en Lateral, no recuerdo la fecha.




Hay en el diario barcelonés La Vanguardia dos estrellas de la crónica de opinión: Indro Montanelli, que sorprende al lector sin avisar de su llegada, y Vilallonga, todos los lunes desde hace varios años. El libro que ha editado Plaza & Janés reúne en cinco secciones temáticas buena parte de sus "Cartas de París" publicadas en este periódico, saltándose todo orden cronológico para enlazar un tema con otro.

Vilallonga es un personaje polifacético, que despierta grandes adhesiones y también grandes antipatías. En su personalidad se sintetiza una increible mezcla de aristocracia y elitismo, liberalismo y acraísmo, escepticismo hacia la clase política y extrema admiración hacia algunos políticos de ahora y del pasado. Es a la vez monárquico por razones biológicas, y simpatizante del socialismo, aunque desengañado de cómo el socialismo ha ejercido el poder en España. Actor consumado y buen conocedor del ambiente de Hollywood en sus mejores años, fue portavoz de la oposición democrática al franquismo en París, donde estaba exiliado, y a la vez enlace con los partidarios de Juan de Borbón.

Conoce al dedillo los intríngulis de la política española desde los últimos años de la dictadura hasta la actualidad, y en algunos de sus artículos lo demuestra sobradamente. Este libro está cargado de detalles y anécdotas sobre los personajes y personajillos que intentaron mover los hilos de la política española; su pertenencia a la alta sociedad le daba acceso a ciertas informaciones y su organizada memoria le ha permitido transmitírnoslas. La edad de Vilallonga, roza casi los ochenta, le permite además escribir sin censura previa, con ironía y disposición de decir en voz alta lo que otros susurran en sus círculos reducidos.

Estos artículos son también una crónica mundana, cargada de reflexiones sobre la vida y las gentes del gran mundo, hechas desde un punto de vista caballeresco y elitista, en munchos sentidos ya caduco pero que no deja de ser interesante para los que estamos _afortunadamente_ fuera del círculo mágico. Vilallonga conoce bien este teatrillo donde se mueve la nobleza europea, no solo por su ascendencia, sino también por sus vínculos matrimoniales, pues estuvo casado con la ya fallecida Priscilla Scott-Ellis, hija de lord Howard de Walden, enfermera voluntaria en el bando franquista y autora de un Diario de la guerra de España, publicado en 1997 también por Plaza & Janés.









PERLAS CULTIVADAS
  • "Ser hispanista inglés es una afición tan perversa como la de coleccionar zapatos de señora."
  • "Carrillo es uno de los pocos comunistas inteligentes, pues comprendió el esencial papel del Rey en el cambio de régimen."
  • "Soy monárquico por razones biológicas; soy Grande de España y bueno estaría que fuese republicano."
  • "No hay que fiarse de alguien que pretenda ahorrarse un viaje a París."
  • Gran amante de la mujer, en su juventud sirvió en algunos cuerpos de élite _femeninos, se entiende.
  • "A los caballos de carreras no los aparean con mulos. ¿Por qué habría que hacerlo con los príncipes herederos?"
  • "Los hombres sólo sois el eco de las mujeres que habéis amado."
 

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