Se impone hablar aquí de Anna Akhmatova (1889-1966), pero no sólo porque ella también elogiara a Stalin después de haber sido vapuleada una y otra vez por las gentes de la Unión de Escritores Soviéticos. En realidad hay un gran abismo entre la actitud de Fadeyev y la de Akhmatova en relación con el poder estalinista. La poetisa de Odessa, como Babel, pertenecía a la avant-garde rusa, aunque a distancia del simbolismo de Blok. Como todos los poetas que hemos mencionado, se enfrentó a la censura del Estado, y cuando no pudo sobrepasarla o sortearla, guardó silencio. Pero Anna tenía un hijo, Lev, hijo de su relación con el poeta Nikolay Gumilev, líder del movimiento poético acmeísta y asesinado en 1921 por su supuesta colaboración en la llamada conspiración de Tagantsev , en San Petersburgo, entonces llamada Petrogrado; Gorky, el protector de todos estos poetas, había viajado hasta Moscú para obtener de Lenin la liberación de Gumilev, pero al llegar a San Petersburgo supo que ya habí