CÓMO ACABAR CON LA CULTURA (3)
Isaak Babel
(1894-1940) es otro buen ejemplo de la estrategia de eliminación
del artista. Babel era judío, ucraniano, nacido en Odessa
en un tiempo en que abundaban los pogromos. Sus Cuentos de Odessa,
publicados por entregas en una revista editada por Gorky (futura
víctima del régimen) en 1916, describen la vida en el ghetto de
Odessa, la Moldavanka. La censura zarista los rechaza, y hay que
esperar a 1931 para ver publicado el conjunto en un libro. Entre
estas fechas, Babel trabaja en diversos empleos, sobre todo como
periodista, pero también es soldado en la guerra con los polacos e
incluso trabaja para la policía secreta (aunque este dato no es fiable). El caso es que todas estas experiencias les sirven para
alimentar su imaginación y le dan materiales para sus escritos.
Los años treinta serán cruciales
en su trayectoria vital. Ya ha conseguido el reconocimiento en los
círculos literarios oficiales. Como tantos otros, colabora con el
régimen: escribe guiones para la propaganda oficial, por ejemplo,
pero también para los cineastas del régimen. Sin embargo, en 1930
ha viajado por Ucrania y ha sido testigo de la dureza y la
brutalidad de los procesos de colectivización agrícola forzosa,
aunque sólo en privado manifiesta su descontento. También asume en
silencio su descontento con la imposición del realismo socialista
como doctrina estética oficial. Deja de escribir hasta el punto que
es denunciado por su baja productividad literaria. Ni siquiera
reescribe sus obras anteriores para adaptarlas a los nuevos cánones,
como han hecho otros. Babel simplemente pone en práctica un nuevo
género literario, el silencio.
Fotografía policial de Babel |
Comentarios
Publicar un comentario
Deja un comentario, a ser posible relacionado con la entrada. Gracias.