NIVELES NARRATIVOS EN EL QUIJOTE
- NIVEL O: Cervantes se presenta, en el capítulo IX, como quien ha encontrado un manuscrito en árabe, cuyo autor es Cide Humete Benengeli. Dejando a un lado la narración de las aventuras del Quijote, esto es, el nivel 1 de la narración, Cervantes hace un relato de cómo halló casualmente este manuscrito, en Toledo, que hizo traducir y luego trasladó (copió) para darle la forma que conocemos. En el capítulo LII, el último de la primera parte, Cervantes vuelve al nivel O para explicar las dificultades que ha tenido para conocer los hechos de la vida del Quijote tras su regreso a su aldea, pensando en una eventual tercera salida (que se narra en la segunda parte de la obra, publicada en 1615). Da cuenta de rumores de una tercera salida, que le llevó hasta Zaragoza; también menciona unos pergaminos encontrados en una caja de plomo, hallada en los cimientos de una ermita en reparación. Tales pergaminos contenían poemas dedicados a los personajes de la obra, epitafios para sus tumbas. De nuevo aparece el tópico del manuscrito encontrado.
- NIVEL 1: se trata de la narración de los hechos del Quijote y Sancho Panza, sus aventuras y desventuras, a través de dos sucesivas salidas de la aldea, hasta su retorno a ella.
- NIVEL 2: dentro del nivel 1 hallaremos diversos relatos y textos variados como coplas, sonetos, cuentos pastoriles, cuentos más largos, elementos autobiográficos cervantinos y fragmentos de reflexión sobre crítica literaria, en boca de diversos personajes (aquí se plasman las ideas de Cervantes sobre los libros de caballerías y el arte de escribir novelas. Se puede decir que, si las palabras de Don Quijote representan aquello que Cervantes considera reprensible de la literatura caballeresca, con la excepción de algunos clásicos, como el Amadís de Gaula o el Tirant lo Blanc, la voz del cura de la aldea representa la opinión cervantina en cuanto al arte literario. En este nivel 2 hallaremos:
- Cap. VI: el episodio de la quema de libros de caballerías por obra y selección del cura y el barbero, tras la primera salida y retorno a la aldea del Quijote, aún sin Sancho Panza.
- Caps. XII-XIV: el cabrero Pedro relata la historia de Grisóstomo y Marcela, que es un relato pastoril; aparece Marcela en escena y da su versión de los hechos, con un tono que hoy se denominaría de empoderamiento feminista.
- Caps. XXIII, XXIV, XXVII, XXVIII y XXXVI: nuevamente, un cabrero inicia la narración de la historia de Cardenio y Luscinda. Es una trama compleja que se prolonga durante varios capítulos, hasta que aparecen en vivo, en el nivel 1, los protagonistas del relato del cabrero. Cada aparición de un personaje comporta la actualización de la narración según la versión de tal personaje, completándose con la entrada en escena de Don Fernando y Dorotea, hasta llegar a un feliz desenlace de la historia, pero en el nivel 1 de la novela cervantina.
- Caps. XXXIII-XXXV: dentro de una maleta encuentran un manuscrito titulado El curioso impertinente.
- Caps. XXXVII: narración del cautivo y la mora Zoraida, que incluye elementos autobiográficos (en buena medida relatados en Los baños de Argel). La historia se prolonga en el cap. XXXIX y alcanza hasta los capítulos XLI y XLII, donde en el nivel 1 se produce el encuentro del cautivo con su hermano, el oidor.
- Caps. XXXVII y XXXVIII: famoso discurso del Quijote sobre las armas y las letras.
- Caps. XLIII-XLIV: relato de doña Clara y Don Luis.
- Caps. XLVII-L: el cura de la aldea y un canónigo de Toledo reflexionan sobre los libros de caballerías. Hay referencias al hecho de que los escritores de estas narraciones miran más por el mercado que por la calidad de sus obras. El criterio cervantino se acerca al clásico modelo de entretener e ilustrar, llevado hasta el extremo de proponer medidas de censura. Hay alguna crítica amagada a la prolijidad desmesurada de Lope de Vega. En el cap. XLIX la discusión se desarrolla entre el canónigo y Don Quijote, que manifiesta unas ideas plagadas de verdades y mentiras.
- Cap. LI: narración de otro cabrero sobre las desventuras de los pretendientes de Leandra, moza bella y rica. Se describe un escenario arcádico.
SEGUNDA PARTE (1615)
Comienza la narración en el nivel 0, ya en el primer capítulo: se retoma la referencia al relato de Cide Hamete Benengeli, que supuestamente Cervantes halló en un manuscrito en arábigo, y que se hizo traducir al castellano, y luego traslado (copió, adató, etc.). No obstante, esto supone una incongruencia en relación con el final de la primera parte, donde Cervantes menciona, desde este nivel 0, que indagará todo lo que pueda para hallar más información sobre una supuesta tercera salida del Quijote.
En el capítulo I se presentan también los dos niveles narrativos siguientes: en el nivel 1, el cura y el barbero visitan a Don Quijote e indagan sobre su estado mental, para advertir que parece cuerdo pero de fondo está aún en estado de locura; en el nivel 2 hallamos la narración del loco del manicomio de Sevilla, en boca del barbero.
En los capítulos II y III, la narración sigue moviéndose sobre el nivel 0: Sancho visita a Don Quijote y le explica los rumores que sobre ellos corren por la aldea, pero sobre todo que hay un libro impreso que narra sus andanzas, titulado El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuyo autor es un tal Cide Hamete Berenjena. Aquí entra en escena el bachiller Carrasco, que dice saber de primera mano sobre este libro. De forma autorreferencial, Cervantes habla aquí de su propio libro, e irónicamente hace decir a sus dos personajes que cómo es posible que en tal libro se cuenten historias que han vivido ellos dos solos, sin testigos. La conclusión de Don Quijote persiste en que debe haber algún encantamiento.
En los capítulos III y IV sigue el elemento autorreferencial, en el nivel o de la narración, cuando Don Quijote, Sancho y el bachiller Carrasco rememoran los diferentes episodios de la primera parte, y comentan el éxito que ha tenido el libro, que ya ha tenido varias reediciones y ha sido traducido a varias lenguas. Se supone que Cervantes escribe estas líneas entre 1612 y 1613. También revisa el autor, por boca de sus personajes, algunas de las incongruencias que se le achacan, concretamente en el episodio del robo del asno de Sancho. Y, finalmente, Cervantes deja en el aire si habrá una segunda parte (que nunca fueron buenas, alude el refrán bajo su pluma), cuando de hecho tal segunda parte se está escribiendo.
En el capítulo V discuten Sancho y su mujer (que de Juana pasa a ser Teresa Cascajo). Pero hay una nota inicial que advierte que el traductor cree que el capítulo entero es apócrifo (nivel o).
Los capítulos VIII y X se inician con las palabras del supuesto autor original de esta historia, Cide Hamete Benengeli. en el nivel 0 de la narración. Estas referencias al autor primigenio se repiten en el comienzo de muchos otros capítulos de esta segunda parte, a diferencia de la primera, donde sólo aparece en un capítulo del comienzo y en el último.
En el capítulo XII tenemos un descenso al nivel 2, con un elogio de la comedia como arte beneficioso para la sociedad.
En el capítulo XV, la narración pasa explícitamente del nivel 1 al nivel 0, dejando la historia quijotesca para explicar acontecimientos anteriores, "según dice la historia" que el autor está trasladando.
Volvemos al nivel 2 en el capítulo XVI, con el discurso de Don Quijote sobre el valor de la poesía y de las lenguas maternas en la literatura, sin menoscabo de una base cultural humanista, basada en el conocimiento de los autores latinos y griegos, en latín y en griego, obviamente.
En el capítulo XXIII, Don Quijote regresa del fondo de la cueva de Montesinos, y explica lo que allí ha visto, cosa que parece una ensoñación pero a la vez muy real para él. Este relato entronca con el relato de un episodio merlinesco, mezclado con los acontecimientos recientes, cosa que Don Quijote atribuye todo ello al encantamiento que sufre por parte de sus enemigos. Se entrecruzan, pues, los niveles 1 y 2.
En el capítulo XXIV hay una referencia inicial a una anotación al margen, en el manuscrito original, que dejó el autor, Cide Hamete Benengeli, donde confiesa sus dudas sobre la veracidad de la narración de Don Quijote sobre su estancia en el interior de la cueva de Montesinos. Nivel 0.
En el capítulo XXVI, los protagonistas llegan a una venta, donde también se instala un titerero que lleva consigo un retablo para representar en él mediante marionetas la historia de Garifeo y Melisendra (nivel 1), que es narrada con detalle por el ayudante del titerero (nivel 2); se trata de una narración perteneciente al ciclo carolingio del romancero castellano.
En el capítulo XXVII, de nuevo en boca de Hamete Benengeli y solapadamente de Cervantes, se explican algunos pormenores sobre el robo del asno de Sancho, suceso de la primera parte, detalles que no aparecieron en el texto no por error de Cervantes, sino por error del impresor. Nivel 0.
Capítulos XXXVIII-XXXIX: narración de la historia de la dueña Dolorida y la desgracia de la infanta Antonomasia. Nivel 2.
Capítulo XLIV: comienza el capítulo con una reflexión de Hamete Benengeli acerca de la diferencia entre la primera parte y la segunda de la obra (nivel 0), pues en la primera hay abundancia de narraciones insertas (nivel 2) entre las aventuras propiamente dichas (nivel 1), y claramente diferenciadas, mientras que en la segunda parte tales narraciones menores quedan más bien diluidas en el nivel 1, como es el caso de la anterior historia de la dueña Dolorida.
Capítulo LIX: en la narración del recorrido de Don Quijote hacia Zaragoza, al parar en una venta, aparecen dos personajes que están hablando entre ellos del Quijote de Avellaneda, publicado en Tarragona, en 1614. Cervantes aprovecha el nivel 1 para bajar al nivel 0 y hacer una crítica a quien usó su argumento para redactar una segunda parte o secuela, que él trata de enmendar con su genuina narración. A partir de este capítulo se sucederán las referencias al conflicto entre Avellaneda y Cervantes. De hecho, en este mismo capítulo Don Quijote decide no parar en Zaragoza, para así desmentir a Avellaneda, y por ello se dirigirá directamente a Barcelona, lugar del desenlaza de las aventuras del Quijote.
Capítulo LXII: nueva referencia al Quijote de Avellaneda, cuando Don Quijote visita una imprenta en Barcelona, y descubre que están componiendo una edición del apócrifo quijotesco. Es una alusión también a la visita que el propio Cervantes realizó a la famosa imprenta de Sebastián Cormellas, en Barcelona, en 1610.
Capítulo LXX: Altisodora explica que ha tenido una visión: en las puertas del infierno, los diablillos juegan a pelota, pero con libros, que acaban destrozados. Y entre estos libros está la versión de Avellaneda, vituperado por los mismos diablillos.
Capítulo LXXIV, y último: una vez narrada la muerte de Don Quijote, Cervantes escribe que la muerte del protagonista es una manera de impedir que otros traten de añadir secuelas a la obra original, a pesar de la ya inevitable de Avellaneda, que queda desmentida en la segunda parte cervantina, Después, da la palabra a Cide Hamete Benengeli, y éste a su propia pluma, advirtiendo que nadie la use para narra una cuarta salida de Don Quijote, por tierras de Castilla la Vieja, como así había prometido Avellaneda al terminar su segunda parte. Nivel o.
Leído y anotado durante el verano de 2024.
Josep Pradas
NOTA: este contenido ha sido creado a partir de la lectura directa del texto cervantino, sin la ayuda de ningún tipo de inteligencia artificial.
Una publicación notable. Cervantes no deja de sorprender, aun cientos de años después. Saludos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, sorprende lo que hay en este libro, y sus conexiones filosóficas.
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