PLATÓN: LA IDEA DE SEMEJANZA POR PARTICIPACIÓN
La
teoría de los números de los pitagóricos le sirve a Platón de
base para desarrollar su concepto de participación o semejanza, pues "los
pitagóricos dicen, en efecto, que los seres existen a imitación de
los números; Platón que existen por participación en ellos
[méthexis]. La diferencia es sólo de nombre. En cuanto a
indagar en qué consiste esta participación o esta imitación de las
ideas, es cosa de que no se ocuparon ni Platón ni los pitagóricos"
(Aristóteles, Metafísica I.6).
En
cualquier caso, habría que referirse al concepto de participación
en este sentido: que los hijos participan de las facultades de los
padres, o las diferentes reproducciones de un
objeto participan de las cualidades del objeto original.
No hay duda de que la idea de semejanza es problemática, pero
resulta ser clave para articular la teoría de las ideas de Platón.
No se trata de una idea común, como la idea de rojo o incluso
la idea de justicia; la idea de semejanza pertenece a un
estatuto más elevado dentro de la teoría de las ideas, es más
importante que el resto de las ideas, porque regula la relación
entre el mundo de las ideas y el mundo de las cosas, es decir, entre
la realidad y al apariencia. Es lo que Kant denominaría una
categoría. La diferencia entre las ideas normales y la
idea de semejanza radica en que las primeras pueden obtenerse
mediante la abstracción de las cosas, pero la idea de semejanza no
puede obtenerse de la abstracción de las cosas semejantes, sino que
ha de ser previa a toda comparación, ha de estar ya dispuesta en el
momento de comparar o abstraer (Russell, Los problemas de la
filosofía, pág. 87).
Por ejemplo, si nos dicen que en la siguiente imagen hay dos elementos iguales o semejantes, ¿cómo sabemos a qué se refiere si antes no sabemos qué significa igual o semejante? Y no podemos obtener esta información a partir de una abstracción de diversos ejemplos de igualdad o diferencia, porque no podremos llevar a cabo esa operación sin tener antes el significado de lo que ella misma implica: abstraer significa separar lo esencialmente semejante de lo secundariamente diferente, para generar un modelo, una idea general de la que participan todos los objetos particulares. En consecuencia, las ideas de semejanza, igualdad, diferencia, etc., son contenidos previos a toda experiencia, y condicionaran toda experiencia. Son, en términos más platónicos, ideas innatas que nos sirven para entender el mundo de las cosas, para identificar en las cosas las ideas de las cosas, los modelos vistos por el alma en el mundo de las ideas.
Platón
concibe los números como entes abstractos y desmaterializados, pero
diferentes de las ideas universales, porque cada idea es la única en
su especie: "no encuentras ninguna otra causa del producirse el
dos, sino la participación en la dualidad, y que es preciso que
participen en ella los que van a ser dos, y de la unidad lo que va a
ser uno" (Fedón 101c). La importancia de esta aportación
estriba en que marca la relación de las ideas abstractas con las
cosas particulares, que participan de las ideas, a modo de copia
imperfecta y alterable de un modelo perfecto e inmutable. Lo sensible
participa de lo inteligible. Esta afirmación es la base de la
conexión entre el mundo real y el mundo sensible.
Es
cierto que Platón nunca supo explicar con claridad el concepto de
participación, hasta el punto de que éste constituirá la piedra de
toque de su sistema y de su revisión. En el Fedón hay un
temprano intento de introducir el concepto de participación (100cd y
101c):
si hay algo bello al margen de
lo bello en sí, no será bello por ningún otro motivo, sino porque
participa de aquella belleza [...] si alguien afirma que cualquier
cosa es bella, o porque tiene un color atractivo o una forma o
cualquier cosa de ese estilo, mando a paseo todas las explicaciones
_pues me confundo con todas las demás_ y me atengo sencilla, simple
y, quizás, ingenuamente a mi parecer: que no la hace bella ninguna
otra cosa, sino la presencia o la comunicación o la presentación en
ella en cualquier modo de aquello que es lo bello en sí. Eso ya no
lo preciso con seguridad; pero sí lo de que todas las cosas bellas
son bellas por la belleza [...] no sabes ningún otro modo de
producirse cada cosa, sino por participar cada una de la propia
esencia de que participa...
Aristóteles
criticó esta tesis por considerarla más poética que filosófica, y
por ella se apartará del platonismo puro, porque está en el corazón
de la filosofía de Platón.
Muchas gracias por la informacion de la idea de semejanza de Platón. Muy bueno. saludos!
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