PRÓDICO Y LOS DIOSES

 

Pródico analizó la creencia religiosa en términos psicológicos y antropológicos. Enlaza con el escepticismo de Protágoras (no sabemos nada de los dioses), pero agravando la situación, al proponer que los humanos divinizamos aquello que nos rodea y favorece, de manera que la creencia religiosa no tiene otro fundamento que el sentimiento de reconocimiento, como una objetivación de lo que nos es útil. En conclusión: los dioses son una invención humana.

Romilly cita este fragmento de un texto de Pródico, reproducido por Sexto Empírico: “El Sol, la Luna, los ríos y los manantiales, así como todo lo que favorece la vida, fueron considerados por los antiguos como divinidades a causa de su utilidad, como el Nilo por los egipcios” (referencia a DK 84B5).

No es una divinización de lo humano, no se trata de un evemerismo (a propósito de Evemero de Messene, del siglo IV a. C., que interpretó el mito y lo divino como asociado a figuras históricas cuyas gestas han quedado deformadas con el paso del tiempo hasta adquirir caracteres divinos).

Tampoco es un ateísmo en sentido estricto, sigue Romilly, sino simplemente la expresión de un talante científico muy avanzado para su época.

No obstante, por estas opiniones fue acusado de ateísmo.

REFERENCIAS

Romilly, Los grandes sofistas en la Atenas de Pericles. Barcelona, Seix Barral, 1997.