ARISTÓTELES, UNA BIOGRAFÍA
1.
NACIMIENTO Y ORÍGENES
Aristóteles nación a finales del verano de 384 a. C. (en el
año primero de la olimpíada 99, es decir, entre 384-383, según Laercio, citando
la Cronología de Apolodoro, en Vidas, V 9), en Estagira (Stágira), una ciudad-estado situada en
la parte nororiental de la península Calcídica. Era un enclave fundado por
jonios procedentes de Andros y Calcis (capital ésta de Eubea, donde la madre de
Aristóteles tenía familia y propiedades), y se hallaba rodeado de otros pueblos
griegos a los que los jonios consideraban bárbaros, como los macedonios y los
tracios, organizados en monarquías tribales.
La familia de Aristóteles, aunque nacidos en la misma ciudad
de Estagira, era genuinamente jonia, y este dato es importante para comprender
el futuro desarrollo intelectual del filósofo. El padre, Nicómaco, era natural
de la misma ciudad, y su familia provenía de Andros. Su madre, Faistis, era
también natural de Estagira, pero originaria de Calcis, ciudad de la isla de
Eubea. Representaban ambos, por tanto, la composición originaria de los
primeros colonos jonios en la ciudad. Tenía una hermana
mayor, Arimneste, y un hermano menor, Arimnestos, que murió joven. La hermana
se casó con Demótinos, de quien tuvo una hija, Hero, que fue probablemente
madre de Calístenes de Olynthos, historiador y colaborador de Aristóteles. Al
morir Demótinos, Arimneste se casó con Próxenos de Atarnéus, hombre de
confianza del padre, y tuvo un hijo, Nicanor. La figura de Próxenos será
importante en la educación de Aristóteles, porque, al quedar éste huérfano
tempranamente, antes del 367 a. C., su hermana mayor y su marido se hicieron
cargo de él. Más tarde, a la muerte de sus tutores, Aristóteles adoptó al hijo
de ambos, Nicanor.
2.
PRIMERA EDUCACIÓN E INFLUENCIAS (384-367)
El primer elemento a tener en cuenta en la serie de
influencias primarias que recibe Aristóteles es la circunstancia de haber
nacido en una familia perteneciente a los asclepíadas, descendientes de
Asclepios (Esculapio), dios de la medicina (Laercio da por buena esta
referencia biográfica, en Vidas, V 1). Lo era tanto por parte de madre
como de padre, y éste ejercía la profesión con cierto éxito, pues llegó a ser
médico oficial del rey macedonio Amyntas III. Ya que la profesión médica se
transmitía de padres a hijos, se supone que Aristóteles recibió una formación
empírico-técnica añadida a la educación propia de los jóvenes griegos
acomodados (música, gimnasia, gramática, retórica, etc.). Esa inicial formación
debió imprimir cierto carácter a su pensamiento posterior, tan amigo de la
investigación empírica y de la biología.
Otro aspecto importante es la relación de su familia con el
poder político. Su padre, médico oficial y también consejero de Amyntas III, se
instaló en la corte macedonia, en Pela, y allí transcurrió la infancia de
Aristóteles, junto al que luego sería Filipo II, sólo dos años más joven que
él, y a otros miembros de la nobleza macedonia. Aristóteles trató desde joven
con las gentes de poder, y siempre estuvo cerca de ellas.
En el año 370, Amyntas III murió asesinado, y le sucedió
Alejandro II. En el 368 murió asesinado por Ptolemaios de Aloros, que gobernó
como tutor del futuro rey Pérdicas III durante tres años, hasta ser asesinado
por éste, en 365. Dada la situación de violencia cortesana, y habiendo muerto
sus padres, se supone que Aristóteles volvió a Estagira, junto a su hermana.
Allí permaneció hasta el 367, año de su viaje a Atenas y su ingreso en la
Academia platónica.
3. EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA ACADEMIA (367-347)
La presencia de Aristóteles en la Academia se debe
seguramente al conocimiento que de ésta tuvo su tutor, Próxeno de Atarnéus,
durante algún viaje a Atenas; también es posible que una obra de Platón cayera
en manos del filósofo y despertara su interés. No obstante, es posible que
Aristóteles asistiese previamente a la escuela de retórica de Isócrates pero
que, decepcionado, buscase mejor formación en la Academia platónica.
En 367 a. C., Platón no estaba en la Academia, sino en su
segundo viaje a Sicilia. Para mayor precisión, Laercio cuenta que Aristóteles tenía
17 años cuando ingresó en la Academia (Vidas, V 6). Por lo visto,
Aristóteles asistió primero a la escuela de retórica de Isócrates, fundada en
390 y competidora de la Academia, pero que, decepcionado, prefirió la escuela
de Platón, abierta desde 387. No obstante, el interés de Aristóteles por la
retórica tendrá un tinte más isocrático que platónico, cosa que se verá en su
madurez.
Era Eudoxo quien dirigía entonces la Academia, en sustitución
de Platón. También se encontraba en ella el astrónomo Calipo, ambos críticos de
Platón, que admiraba en ellos sus dotes matemáticas. También Aristóteles
recogió de ellos sus ideas astronómicas y cosmológicas. En 365 regresó Platón a Atenas. Para entonces, Aristóteles
había leído los diálogos platónicos, aunque Platón comenzaba su etapa de
autocrítica y revisión. Aristóteles conoció la teoría de las formas, y también
la crítica que ésta recibió desde el propio Platón y desde otros sectores de la
Academia, como es el caso de Eudoxo.
Hacia el 360 comienza Aristóteles su actividad literaria, en
el marco de la filosofía académica, pero aportando una novedad: el interés del
estagirita por la retórica chocaba con la crítica de Platón hacia esta
disciplina, pero era necesario que la Academia se pronunciase sobre el tema,
dado que tenía otros competidores en el mercado de la enseñanza, por ejemplo,
la escuela de Isócrates. Contra este autor escribió Aristóteles su diálogo Gryllos,
y después se convirtió en el primer maestro de retórica de la Academia; de las
notas para sus clases quedan lo que se recoge bajo el título Sobre la retórica.
4.
LOS AÑOS EN ASSOS (347-345)
En el 359 a. C. sube al trono de Macedonia el exiliado
Filippo, deshaciéndose de enemigos externos e internos. Una vez asegurado su
reinado, inicio una política expansionista hacia el sur, llegando a amenazar a
Atenas en el 348. Esta situación no convenía a Aristóteles, pues eran conocidos
en Atenas sus vínculos con Macedonia y con el propio rey. En la Academia
reinaba el ambiente panhelenista y favorable a Macedonia, pero en Atenas había
un fuerte partido opuesto al imperio macedonio, que ganó apoyo popular conforme
Filippo se iba acercando desde el norte. El líder de este partido era
Demóstenes, partidario de entablar una guerra contra Macedonia.
Aristóteles, meteco en Atenas y conocido por sus contactos
con Macedonia, se vio en peligro y obligado a abandonar precipitadamente
Atenas, a finales de 348 o principios de 347, y coincidiendo casi con la muerte
de Platón. La Academia quedó en manos de Espeusipo, y Aristóteles se estableció
en Assos, cerca de Atarneus (en la región de Misia, Asia Menor), protegido por
el tirano de esta polis, Hermias, amigo de Próxeno, el tutor de Aristóteles.
Era la única opción posible, porque su casa paterna en Estagira había sido
destruida, y su casa materna en Calcis era insegura, por la guerra entre Atenas
y la isla de Eubea.
Es también posible que Aristóteles dejase Atenas y la
Academia después de la muerte de Platón, motivado parcialmente por su
desacuerdo con el sucesor nombrado por Platón, Espeusipo. Éste, y el siguiente
director de la Academia, Jenócrates, eran
partidarios de reorientar el platonismo hacia el pitagorismo, cosa que
no satisfacía al estagirita, que además mantenía una relación distante con
Espeusipo. Aristóteles tenía sobrados motivos para esperar ser el sucesor de
Platón, pero en la elección pesaron más razones familiares y escolásticas; es
de suponer, por ello, que Aristóteles abandonó la Academia algo despechado
(véase Juan Benet, "Los años en Asos" (1987), en este enlace).
La ciudad de Assos acogió a Aristóteles porque allí se establecieron
dos platónicos, Erasto y Corisco, naturales de Skepsis, poblado de la órbita
del tirano de Atarnéus, Hermias. La figura de este tirano es ciertamente
excepcional. "De origen humilde, nacido en la esclavitud, fue convertido
en eunuco y en su juventud empleado en la caja de un banco. Pronto supo ganarse
la confianza de Eubulos, que le asignó algunos mandos militares en Atarneo, y a
la muerte de éste la Administración persa le otorgó el título de tirano.
Gracias a su gran habilidad para los negocios hizo una enorme fortuna, contrató
un ejército de mercenarios y extendió sus dominios por buena parte de una Jonia
crucial, codiciada por persas, macedonios y áticos" (Juan Benet, op.
cit.).
Erasto y Corisco habían ayudado a Hermias a afianzar su poder
y ensanchar sus dominios hasta Assos, por lo que les ofreció en esta ciudad el
terreno suficiente para establecer una pequeña escuela platónica, donde fueron
a parar Aristóteles y Jenócrates (que más tarde sería director de la Academia
cuando Aristóteles vuelve a Atenas, en el 335) hacia el 347. Erasto y Corisco
eran los representantes de otro intento platónico de llevar a la práctica la
utopía del rey filósofo, y actuaban en conjunción con Hermias; de hecho, la
carta enviada por Platón es una fórmula de juramento que los tres debían leer
en común (Juan Benet, op. cit., y Platón, Carta VI). Erasto y Corisco le
obligaron a estudiar el programa platónico, y gracias al influjo de estas
ideas, su tiranía se hizo más moderada.
Tal era el clima que encontró Aristóteles al llegar a Assos
en el 347. El aún platónico Aristóteles resultó ser el más influyente de los
platónicos allí reunidos. No sólo consiguió atraer a sus dos primeros alumnos,
Teofrasto (su sucesor en el Liceo) y Calístenes (posterior historiador de las
guerras de Alejandro), sino que además se convirtió en consejero y amigo del
tirano, Hermias, asiduo visitante de la escuela. Según Laercio, la relación
entre Aristóteles y Hermias era equidistante entre la amistad y el amor.
Aristóteles se casó, además, con Pythias, sobrina e hija adoptiva (concubina,
para Lercio) de Hermias (Laercio, Vidas, V 4). De
este matrimonio tuvo una hija, Pythias, pero la esposa murió joven; en su
testamento, Aristóteles quiso reposar junto a los restos de su esta su primera
esposa.
La función de Aristóteles en Assos era algo más que docente:
entre Hermias y la monarquía macedonia había contactos en vistas a los planes
expansivos de Filippo. Hermias había visto en Filippo lo que para los atenienses
(influenciados por el ultranacionalista Demóstenes) era una aberración: la
posibilidad de crear una confederación panhelénica frente a los persas,
dirigida por los macedonios (unos bárbaros, unos extranjeros). Hermias se hizo
aliado de Filippo y tan íntima y secreta llegó a ser su relación que hasta
Jaeger atribuye a Hermias la influencia en la designación de Aristóteles como
tutor de Alejandro. Un aliado de Macedonia en Anatolia significaba una
facilidad a la hora de iniciar la conquista del territoria persa; ese aliado
era Hermias, y parece ser que Aristóteles habría actuado como enlace o
embajador de los intereses macedonios en la zona.
La influencia de estos años pasados en Assos sobre la evolución
del pensamiento aristotélico no ha de desdeñarse. A su llegada a la ciudad
anatolia, Aristóteles es un platónico desengañado por el trato recibido en la
Academia; ya no es el depositario de la doctrina platónica, sino sólo del
espíritu del maestro. "En la mente del estagirita ya bullía la concepción
de una realpolitik nunca alejada de
los postulados éticos pero siempre atenta a una finalidad inmediata [...] Los
años pasados en Assos, en amistad con Hermias y en contacto cotidiano con
problemas de alto gobierno, serán la contrapartida de los veinte años en la
Academia, y sin duda el recuerdo del hábil eunuco inspirará no pocas páginas de
la Política" (Juan Benet, op. cit.).
5.
LOS AÑOS EN LESBOS (345-343)
En Assos, Aristóteles consiguió dos discípulos afines a sus
pensamientos, Teofrasto y Calístenes, que nunca le abandonarían; de hecho,
Teofrasto le sucedió en el Liceo. En 345 se trasladaron a Mitilene, en el isla de Lesbos, de la
que era oriundo Teofrasto. Allí realizaron estudios biológicos diversos, así
como tareas de investigación naturalista de la isla y la costa de Anatolia.
Esta actividad empírica se prolongó hasta el 343, año en que fue llamado a
Pela, capital macedonia, para hacerse cargo de la educación del joven Alejandro (según los datos que proporciona Laercio en Vidas,
V 9).
6.
MACEDONIA Y ALEJANDRO (343-335)
A Aristóteles se le ofrecía la oportunidad que todo platónico
soñaba: influir en la acción de un hombre de estado, educarlo para convertirlo
en filósofo. Aristóteles podía realizar las fracasadas aspiraciones de Platón
en Siracusa, pues podía convertirse en el educador del heredero del trono
macedonio. Razones suficientes para que aceptase sin reparos. Por ello viajó
hasta Macedonia y se instaló en Mieza, cerca de la capital, junto a su mujer y
sus discípulos Kalístenes y Teofrastos. Desde allí fue preceptor de Alejandro y
otros jóvenes de la corte, lo que no le impedía seguir con sus investigaciones.
Esto ocurrió durante dos años, hasta que Alejandró, a los 16, quedó como
regente de su padre que inició la campaña contra Bizancio.
La situación educativa de Alejandro era entonces la propia de
un joven de catorce años. Había tenido una formación cortesana, a cargo de
Leónidas, pariente de su padre, y de Lysímaco. Filippo quería que esa formación
se completase con enseñanzas de más elevadas, y por ello buscó a Aristóteles,
sin duda influido por la amistad familiar, por los vínculos ideológicos del
estagirita con la causa macedonia, y puede que por la influencia de Hermias de
Atarnéus.
El resultado de la influencia de Aristóteles sobre Alejandro
es confuso. Aristóteles confiaba en transmitir al príncipe las cualidades del
filósofo y sus propias concepciones políticas, sobre todo respecto del
panhelenismo. Era la ideología que podía justificar el expansionismo macedonio
sobre Asia, aunque la actuación de Alejandro no siguiera exactamente los
consejos de su maestro: "Trata a los griegos como su líder y a los
bárbaros como su déspota, preocúpate de los primeros como de parientes y
amigos, y cuida a los últimos como uno cuida a sus animales" (Rose, Fragmenta,
frag. nº 658). Alejandro, al contrario, conquistó Persia y asumió muchos valores
orientales que no fueron del gusto de los griegos; extendió la cultura griega
por el mundo conocido, pero favoreciendo el mestizaje (sobre la disputa entre Aristóteles y Alejandro a raíz cdel tema del mestizaje, véase mi artículo publicado en Lateral, en mayo de 2004).
La
muerte de Hermias
En el 341, Hermias, el antiguo amigo de Aristóteles en Assos,
con quien se había comprometido políticamente, fue asesinado por los persas al
descubrir éstos su papel de avanzadilla de la futura expansión macedonia por
Asia Menor. Desde el 342, Atarnéus sufría el asedio del sátrapa persa,
seguramente informado de las intenciones de Hermias a través de los agentes de
Demóstenes, que prefería aliarse con el gran enemigo antes de ver Atenas bajo
el mando de un macedonio. Como el asedio resultó infructuoso, el general persa
Mentor atrajo a Hermias a una falsa entrevista, apresándolo y llevándolo hasta
Susa, donde fue torturado y crucificado sin llegar a confesar los planes de
Filippo. Antes de ser crucificado pidió al sátrapa: "decid a mis amigos
que no he hecho nada indigno de la filosofía" (Juan Benet, op. cit.).
Parece bastante bien fundada la sospecha de que la mano de
Demóstenes estaba detrás de todos estos acontecimientos, ya que en sus escritos
se muestra muy bien informado. En su cuarta Filípica, posiblemente fechada en
el mismo año 341, menciona el apresamiento de Hermias y exhorta a establecer
relaciones con los persas para evitar a los macedonios. Aristóteles le dedicó un poema, entre panégírico y religioso,
que luego, tras la muerte de Alejandro, fue utilizado por los antimacedonios
atenienses contra el estagirita. También ordenó Aristóteles la construcción de un cenotafio en honor del
muerto en Delfos.
A partir del año 340, y hasta 335, Aristóteles residió en
Estagira, su ciudad natal, a la que ayudo a reconstruir. Durante estos años
escribió algunos tratados de filosofía natural y cosmología.
La
Amfiktionía y los juegos Píticos
Entre 340 y 335, Aristóteles estuvo en Delfos para cumplir un
encargo de la Amfiktionía. Esta era una asociación de ciudades griegas
organizadas para defender y proteger los tesoros y la dignidad del santuario de
Apolo Pitón en Delfos, sede del oráculo que en su momento consultara Sócrates.
El templo estaba en poder de los focenses desde la década anterior, hasta que
Filippo lo liberó en el 346 y se hizo cargo de la Amfiktionía (una muestra más
de la futura hegemonía macedonia sobre Grecia). A
petición de Filippo, se le encargó a Aristóteles la elaboración de la historia
de los juegos píticos y una lista de sus vencedores, y por este motivo visitó
el estagirita la ciudad del oráculo junto a Kalístenes; este último escribió
también una historia de la guerra sagrada entre focenses y los aliados de la
Amfiktionía.
7.
ATENAS Y EL LICEO (335-323)
En el año 336 fue asesinado Filippo y Alejandro le sucedió.
Tuvo que depurar la corte de intrigantes, y se deshizo de la viuda de su padre,
Cleopatra, y el hijo que había concebido. La situación en Grecia era también
inestable, porque el peligro de sublevación contra los macedonios era
constante, inspirado desde Atenas por el beligerante Demóstenes. A pesar de su
derrota en Queronea (338), los atenienses se resistían a la hegemonía macedonia
y en el 335 volvieron a levantarse, animando también a los tebanos. Alejandro
apagó rápidamente la sublevación tebana, destruyendo la ciudad, lo que acabó
con todo indicio de resistencia en Atenas, que dió la espalda a Demóstenes y se
sometió a Macedonia.
Era para Aristóteles el momento adecuado para volver a
Atenas, porque sólo con la protección de los macedonios podría vivir allí sin
ser molestado. Eso hizo en el mismo año 335 (Laercio, Vidas, V 1-3).
Según cuenta el doxógrafo, Aristóteles regresó a Atenas y dejó a Alejandro en
manos de su sobrino y discípulo Calístenes de Olinto, que siguió a Alejandro
por Asia y realizó la crónica de la expedición, y después se vería envuelto en
la conspiración contra Alejandro (Vidas, V 4).
La
fundación del Liceo
La Academia, entonces regida por Jenócrates desde 339-338 a.
C. (que coincidió con Aristóteles en Assos), no fue el lugar elegido por
Aristóteles para continuar sus investigaciones. Jenócrates ha sucedido a
Espeusipo, sobrino de Platón, como escolarca de la Academia, y Laercio se hace
eco de esta circunstancia como esencial en la explicación de la apertura del
Liceo: Aristóteles abrió su propia escuela para competir con Jenócrates, pues
“sería vergonzoso callar y dejar hablar a Jenócrates”, cita Laercio (Vidas, V
3; otros autores mencionan a Isócrates en lugar de Jenócrates, pero las fechas
no cuadran porque Isócrates murió en 338, tres años antes de la llegada de
Aristóteles a Atenas, y no habiendo sucesor su escuela de retórica cesó su
actividad).
Aunque hubiese sido bien recibido allí, en la Academia,
prefirió establecerse por su cuenta para seguir con su línea
empírico-naturalista, sin los estorbos de un director al que consideraba de
menor valía intelectual; su fortuna personal y la ayuda de Antípatros, virrey
de Macedonia en Atenas, le sirvieron para establecer su escuela propia, en los
jardines del santuario dedicado a Apolo Lýkeion, que como ocurría también en
los jardines del santuario dedicado a Akademos (sede de la Academia) y del
santuario del Kynosarges (dedicado a Heracles y sede de la escuela filosófica
de Antístenes el Cínico), era un lugar usado generalmente para reuniones
públicas, demostraciones oratorias, enseñanzas de los sofistas, etc. De esta
manera nació el Liceo.
Como cuenta Laercio, Aristóteles inició su actividad docente
en “el paseo que hay en el Liceo para filosofar en compañía de sus discípulos
dando vueltas hasta la hora de las unciones de los atletas”, y sólo cuando sus
discípulos se hicieron más numerosos decidió sentarse (Vidas, V 2-3).
Estas eran unas instalaciones públicas, cuyo uso privado no
suponía ningún coste para Aristóteles: jardines, gimnasio, pórtico (perípatos), etc. En este último
daba sus lecciones Aristóteles, de ahí el segundo nombre de su escuela, la de
los peripatéticos. La adquisición de otras instalaciones era más problemática,
porque Aristóteles no era ciudadano de Atenas, sino meteco, lo que le impedía
tener propiedades en la ciudad; con la ayuda de Antípatro y otros amigos pudo
disponer de algún local donde instalar la biblioteca, la mayor de Atenas en
aquel momento, y su jardín botánico y zoológico, donde guardaba muestras
disecadas de plantas y animales que el mismo Alejandro le enviaba desde lugares
lejanos.
8.
HUIDA Y MUERTE (323-322)
En el verano del año 323 muere Alejandro, después de haber
conquistado para Grecia, Egipto (funda Alejandría) y gran parte de Asia Menor
(derrota y asimilación del Imperio persa) y haber llegado hasta la India,
Alejandro se consideraba sucesor legítimo de la monarquía persa, y tenía
planeado mantener el Imperio bajo una nueva élite macedonia y persa a la vez.
Al mismo tiempo que helenizaba, iba adoptando maneras persas y orientales, es
decir, bárbaras, que no eran del gusto de los griegos más puristas, y que el
propio Aristóteles hubiera repudiado, sobre todo en lo referente al despotismo
oriental que se configuraba como modelo político del ahora inmenso territorio
conquistado (cfr. Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro, XLVII). Alejandro comenzó a creerse un semidiós ya desde el
episodio de su visita al templo de Amón, en Egipto (Plutarco, Vidas
paralelas. Alejandro, XXVII), y su convicción aumentó conforme iba conquistando
territorio persa y adoptando maneras orientales; sobre todo gustaba de ser
adorado, tal y como hacían los persas a su propio rey.
Esta actitud le enfrentó a sus propios seguidores. Casandro,
hijo del virrey macedonio en Atenas, Antípatro, es uno de los ejemplos
(Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro, LXXIV), y el propio Calístenes,
sobrino y alumno de Aristóteles y cronista de la expedición por Asia, se negó a
practicar la postración a los pies practicada por los bárbaros (proskýnesis)
y que Alejandro pretendía que practicasen hasta los mismos griegos, por lo que
cayó en desgracia ante Alejandro y acabó acusado, seguramente en falso, de
complicidad en la conspiración de los pajes reales encabezada por Hermolao (327
a. C.), y que supuso su ejecución (cfr. Plutarco, Vidas
paralelas. Alejandro, LIV-LV). Sobre la suerte de Calístenes hay
divergencias, pues unos confirman que murió ahorcado por orden de Alejandro,
otros dicen que murió de enfermedad en prisión, otros que estuvo encerrado en
una jaula de hierro, cubierto de piojos y de suciedad y que finalmente fue
lanzado a las fauces de un león (Laercio, Vidas, V 5; y también en Sila
XXXVI, donde aclara que enfermó de sarna, la misma dolencia que mató a Sila), y
otros que fue juzgado en Atenas, en presencia del propio Aristóteles y que más
tarde, pero aún en vida de Alejandro, murió de obesidad y comido por los piojos
(Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro,
LV).
Alejandro comenzó a desconfiar de Aristóteles a raíz de la
actuación de Calístenes, sobrino del estagirita y seguidor de la filosofía de
su tío. Ya la rigidez de los principios de Calístenes había disgustado a
Alejandro, que se dejaba seducir fácilmente por quienes le adulaban. Calístenes
se fue ganando a pulso la antipatía de Alejandro y de los demás macedonios,
sobre todo a causa de negarse a practicar la adoración (Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro, LII-LIV). La conspiración de Hermolao llevó a Alejandró
a escribir a Antípatro, confesando sus pretensiones de castigar a Calístenes y
"a los que acá le enviaron y a los que dan acogida en las ciudades a los
traidores contra mí", cosa que, según Plutarco, alude directamente a
Aristóteles (Plutarco, Vidas paralelas.
Alejandro, LV). Tampoco confiaba en Antípatro, ni en los hijos de éste,
Iolas y el ya mencionado Casandro (Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro, LXVIII y LXXIV). Este último heredó de
su padre el gobierno de Grecia, en el año 319, y nombro dictador de Atenas a
Demetrios de Faleron, miembro del Liceo.
Ahora, en 323, con Alejandro muerto, la situación cambia en
Grecia, y comienzan los problemas para Aristóteles en Atenas. El estagirita
había colaborado con los macedonios desde la época de Filipo II, y tenía buenas
relaciones con el virrey y regente de Alejandro, Antípatro. Precisamente las
primeras noticias de la muerte de Alejandro llegaron a Atenas cuando el regente
y protector de Aristóteles se hallaba lejos, camino de Babilonia, pues había
sido llamado por Alejandro. Y Demóstenes, sufragado por el malversador Hárpalo,
destituido por Alejandro de sus cargos (había sido nombrado administrador,
según Plutarco en Vidas Paralelas.
Alejandro, XXXV), pudo volver a iniciar su labor agitadora.
Una de las primeras víctimas de la reacción contra el
dominador macedonio fue Aristóteles, acusado oficialmente de impiedad, al igual
que Sócrates. La prueba consistía en el himno que años atrás escribiera a la
muerte de Hermias de Atarnéus (Laercio la reproduce íntegramente
en Vidas, V 7-8, y puede leerse en este enlace), como si fuera un dios. Era, sin embargo, una mera
excusa para descargar el odio de los nacionalistas atenienses contra un
elemento incómodo en su ciudad, como lo fuera Sócrates. Hasta tal punto se había
ganado Aristóteles enemigos a causa de sus contactos con los macedonios, que
Plutarco nos dice que se extendió en Atenas el rumor de que Alejandro había
sido envenenado por orden de Antípatro, que el veneno lo había proporcionado el
mismo Aristóteles y que Iolas fue el que lo suministró a Alejandro, pues
ejercía el cargo de primer escanciador (Plutarco, Vidas paralelas. Alejandro, LXXVII). Al advertir Aristóteles el peligro que corría en Atenas,
abandonó rápidamente la ciudad para establecerse en Calcis (Eubea), donde
quedaba la finca de su madre.
Comienza el último año de su vida, en el que se sentirá solo
y melancólico, hasta el punto de redactar su testamento, que se conserva
(Diógenes Laercio lo reproduce en Vidas, V 11-16). A principios del otoño del año 322 murió a causa de una
enfermedad estomacal, seguramente úlcera o cáncer.
Muchisimas gracias por la biografia de Aristóteles saludos
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