HISTORIA: el enigmático Fersen (1755-1810)
La historia de Hans Axel von Fersen, conde de Fersen, diplomático sueco al servicio de la corona francesa, está marcada por su supuesta relación con Maria Antonieta, esposa de Luis XVI, último rey francés antes de la Revolución.
El comienzo de esta historia puede situarse en 1772, cuando Fersen
inicia un viaje por Europa, acompañado de un preceptor, como es habitual entre los hijos de la nobleza de todos los tiempos (Telémaco, en la Odisea, es acompañado por un guía, llamado Mentor). Fersen tiene entonces unos 15 años.
Estudia en Alemania y después en Italia, música y medicina.
Castillo de Voltaire en Ferney |
Fersen, en su
viaje por Europa, visita a Voltaire en su castillo de Ferney (actualmente Ferney-Voltaire, cerca de Ginebra, pero aún en territorio francés), entre 1773 y 1774 (visita
obligada en aquella época, más adelante fue Goethe en Weimar quien se convirtió en centro de atención de intelectuales viajeros). Voltaire estuvo en Ferney hasta el 5
de febrero de 1778.
A principios de 1774 llega a
París, como última etapa de su viaje por Europa, para ultimar su educación. En
París se aprende lo esencial que debe saber un joven noble: conversación y
buenas maneras. Tiene 19 años. Es muy bien recibido, en parte debido a su
atractivo físico. No es un gran conversador, ni un tipo frívolo, pero su
carácter cálido le hace sumamente atractivo.
María Antonieta, delfina de Francia |
El 30 de enero
de 1774 conoce por casualidad a la entonces delfina María Antonieta, en
la Ópera, en un baile de máscaras donde ella, en el último momento, se deja
ver. Ella flirtea con él y conversan. María Antonieta, todavía
heredera del trono de Francia, ha abandonado el lecho conyugal mientras su
marido duerme plácidamente, y se va de fiesta a París. No es la primera vez que
ocurre. Al margen del escándalo y las habladurías, Fersen es bien recibido en Versailles. No se sabe si ya entonces se inicia el idilio
entre ellos. En cualquier caso, la muerte de Luis XV (10 de mayo de 1774)
convierte a María Antonieta en reina y Fersen, diez días después, regresa a
Suecia.
En 1778, cuatro
años después del primer encuentro, Fersen regresa a Francia, al parecer en
busca de una rica heredera con quien casarse. Sin embargo, parece que el hecho
de haber sido reconocido por la reina en Versailles y ser de nuevo aceptado en
la Corte, desanima a Fersen en su empeño de buscar pareja. Posiblemente se renueva el flirteo. Sin embargo,
ahora María Antonieta deberá ser más prudente, pues es la reina de Francia y es
vigilada de cerca por mil ojos. La relación habrá de ser muy discreta, aunque
en ocasiones la reina no podrá disimular en público sus sentimientos hacia
Fersen. En cualquier caso, sólo trasciende que la reina siente debilidad por
él, pero no que haya nada entre ambos.
La Fayette |
En 1780, Fersen se enrola en el ejército de La Fayette, y participa en la guerra que los colonos americanos han iniciado contra Inglaterra, tras declararse independientes de los británicos en 1776.
Regresa de América en 1783 y vuelve a pasar por
París. Tiene muchas aventuras, pero se sabe (de hecho, no se sabrá hasta
mediados del siglo XIX) que inicia una correspondencia seguida, de carácter
amoroso, con la reina, durante su estancia en América. La relación entre ellos
parece firme, pero siempre de forma discreta. Zweig aduce esta circunstancia
como razón para explicar que no prospere la propuesta de Necker de casar a su
hija Germaine, la futura Mme de Staël, con Fersen. Al parecer, se interesó por Germaine Necker en un momento en que la joven hija del ministro Jacques Necker también buscaba candidato al matrimonio, pero la presencia de un competidor favorecido por María Antonieta, el barón de Staël-Holstein, hizo que Fersen se retirase de este asunto.
Barón de Staël-Holstein |
Se cuenta que la reina intervino a favor de Staël precisamente para conseguir tener a su alcance a Fersen. Fersen actúa con discreción incluso con su propia
familia: a su padre le cuenta que está negociando con los Necker; a su hermana,
que en realidad no piensa en el matrimonio, porque ama a alguien con quien no
puede estar y no puede amar a nadie más. Para mantener la relación en secreto, Fersen solicita un
puesto en el Ejército francés, con la
idea de quedarse en el país, cerca de su amada, pero no tan cerca como para
levantar sospechas, y es enviado a Valenciennes, cerca de la frontera norte. Se
supone que el puesto le es concedido gracias a las presiones de la reina.
En realidad, se convierte en el personaje más
misterioso del entorno de la reina. No figura en la lista oficial de amantes
conocidos de la reina, ni en los informes de los cortesanos. De hecho, parece
zafarse de los numerosos espías de la corte. Su presencia junto a la reina se
mantuvo oculta hasta mediados del siglo XIX, cuando en el castillo familiar se
encontraron las cartas íntimas que María Antonieta le envió. Se publicaron bajo
censura, pero a partir de entonces la imagen que se tenía de María Antonieta
cambió absolutamente, pues en esas cartas se revela una personalidad mucho más
compleja de lo que aparentaba. Esas cartas apuntan a una profunda y trágica
relación amorosa.
El famoso collar |
La relación entre ellos ha de mantenerse en
secreto. En esta época, María Antonieta ya ha sufrido por el asunto del collar
(1785), que tantos quebraderos de cabeza le ha proporcionado y que sentará las
bases de su futuro desprestigio. Ahora ya no es tan atrevida. Fersen tampoco
frecuenta los círculos íntimos de la reina, los bailes y los paseos, el
Trianon, la Polignac, etc. Los falsos favoritos de la reina sirven de tapadera
durante el día, a la vista de todos, mientras que Fersen actúa por la noche,
aunque sólo en ocasiones propicias, ratos cortos y furtivos: luego
escenificados en el último acto del Fígaro de Beaumarchais.
A partir de
este momento se podrá hablar de relaciones íntimas entre ellos, aunque sin
poder precisa cuando ni en qué circunstancia. La intimidad entre la pareja
alcanza su cenit precisamente bajo las alarmas de la revolución. En la primavera
de 1789, María Antonieta le pide que regrese a París (está ocupado tras la
detención de su padre por haber apoyado a las nobles contra Gustavo II). En junio de
1789, inquieto por los acontecimientos, alquila un apartamento en Versailles.
La Corte se escandaliza, temerosa del odio que puede generarse contra María
Antonieta por esta relación, pero Fersen se convierte en favorito del
matrimonio real. Fersen preparó la huida de los reyes a Verennes, en 1791, y él mismo conducía el carruaje en que abandonaron París, y los escoltó hasta Bondy.
Tras el episodio de Varennes, sigue la
correspondencia entre Fersen y María Antonieta. Intenta mediar sin éxito ante
Leopoldo II, emperador del Sacro Imperio, hermano de María Antonieta, y sucesor
de Joseph II en 1790 hasta 1792, fecha en que falleció.
En febrero de 1792 regresa a Francia y se reencuentra
con María Antonieta y Luis XVI en secreto. Está preparando otra fuga, a través
de Normandía, pero el rey se niega a seguir su plan. Regresa a Bruselas y desde
allí colabora en la coalición internacional contra la Francia revolucionaria.
Última imagen que se conserva de María Antonieta, antes de morir, dibujo de Jacques-Louis David fechado el 16 de octubre de 1783 |
En 1793, tras la ejecución de Luis XVI (21 de
enero), todavía tiene esperanzas de salvar a la reina, pero los acontecimientos
siguen su curso y el 16 de octubre de 1793 es guillotinada. El papel histórico de Fersen consiste, según Zweig,
en haberse quedado junto a María Antonieta cuando todos los amigos de la
Corte tomaron el camino del exilio, justamente cuando permanecer al lado de la
reina suponía un mayor riesgo.
Regresa a
Suecia. Asiste a los diferentes conflictos políticos de su país, con una
monarquía muy inestable, sujeta a golpes militares y conspiraciones varias.
La muerte de Fersen |
En junio de 1810 debe escoltar el cortejo fúnebre del príncipe
fallecido. En la calle se forma un tumulto y contra él se dirigen las piedras. Fersen muere, apedreado, sospechoso de haber conspirado en el supuesto asesinato del
príncipe electo. Se supone que detrás de este episodio está la mano de Carlos
XIII, que quiere despejar el camino de posibles conspiradores contra él.
Bibliografía:
- Stefan Zweig, Marie-Antoinette. Paris, Grasset, 1933 (15ª adición, julio de 2010).
- Beau de Loménie, Introduction à Lettres de Madame de Staël à Madame Récamier. París, Domat, 1952.
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